A partir de los 40 años, las personas comienzan a tener ciertos problemas con la vista derivados de la edad. Lo que comúnmente conocemos con el nombre de presbicia. Esto implica pérdida de visión a determinadas distancias y su influencia en la vida diaria de cualquiera.
Por tanto, es necesario el uso de lentes que permitan recuperar esa facultad solventando la dificultad añadida de adaptar la visión a las diversas distancias que “manejamos” en nuestro día a día.
Uno de los avances más importantes en el campo de la optometría ha sido la creación de las denominadas lentes progresivas las cuales permiten ver de forma correcta desde todas las distancias sin necesidad de tener que estar cambiando de gafas en función de la situación. Estas facultades se consiguen gracias a las características de las lentes progresivas en las que distinguimos en la parte inferior una graduación para visión de cerca, una parte central graduada para visión a media distancia y una parte superior graduada para visión de lejos. De este modo, después de un estudio personalizado de la persona, las lentes pueden graduarse específicamente siguiendo las cualidades e instrucciones que detalle el estudio, adaptándose a la perfección a la vista del individuo.
Un gran paso que permite solucionar un problema importante gracias a la tecnología y a la innovación de los materiales en el mundo de la óptica.
Por supuesto, en abrelosojos asesoramos y recomendamos las mejores opciones en lentes progresivas del mercado tras un minucioso análisis y estudio del caso.
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